“No le va a gustar lo que tengo que decir, pero debe saberlo”.

Para algunas personas, estas palabras son un aviso poco grato. No obstante, para Josh Horton, son una señal de que las cosas están bien encaminadas. Como líder en salud, seguridad y ambiente (Environment, Health and Safety, EHS) en la planta de fabricación de Kimberly-Clark en Corinth (Misisipí), Horton es responsable de la seguridad y el bienestar de los 320 empleados que trabajan allí, y un indicador clave del éxito es el hecho de que los empleados puedan expresar sus inquietudes si detectan un posible riesgo para la seguridad, lo que es una parte inherente del objetivo de Kimberly-Clark: un mejor cuidado para un mundo mejor.

Cuidar de la comunidad y de los demás

Con el valor del cuidado de Kimberly-Clark, se incentiva a los empleados a cuidar no solo de los demás, sino también de las comunidades en las que viven y trabajan. Además, los alienta a expresarse y responsabilizarse de sus acciones. Esta cultura es fundamental cuando se trata de mantener la seguridad de todos.

Si bien el riesgo de seguridad en algunos entornos laborales puede no ser una preocupación constante, la cultura de Kimberly-Clark se centra en altos estándares de seguridad, donde se considera inaceptable cualquier lesión, independientemente de su gravedad.

El objetivo de lograr cero incidentes de seguridad es ambicioso, pero, a principios de este año, en la planta de fabricación de Kimberly-Clark en Corinth, dicho objetivo se volvió a hacer realidad, ya que se alcanzó la marca de un millón de horas sin lesiones durante tres años consecutivos.

“Se ha hablado sobre la seguridad continuamente a lo largo de los años, pero se necesita innovar para alcanzar esta cantidad de horas de seguridad”, afirmó Vince Overholt, gerente de la planta de fabricación de Corinth.

Este logro se consiguió gracias al gran trabajo en equipo y al compromiso con la mejora continua, subrayó Overholt, pero, para mantenerlo, es necesario estar atentos y mantener el enfoque todos los días.

El camino hacia la seguridad: acción y transparencia

Con el fin de mejorar el desempeño en materia de seguridad en toda la empresa, el equipo de EHS de Kimberly-Clark implementó un marco de transformación para respaldar su planta de fabricación y su centro de distribución.

En este marco, que se implementó a finales de 2018, se proporcionó una hoja de ruta de madurez cuyo fin era abordar tres objetivos principales: 1) mejorar la mentalidad, los comportamientos y las capacidades de los líderes y los empleados; 2) reducir el riesgo y la tolerancia al riesgo; y 3) habilitar sistemas de gestión eficaces para facilitar la mejora continua mientras se fortalece la participación del personal más general.

Cuando el equipo de EHS lanzó la convocatoria de centros para probar y perfeccionar el modelo, el equipo de Corinth aprovechó la oportunidad para llevar su desempeño en materia de seguridad al siguiente nivel.

“Adoptamos este enfoque de EHS y quisimos tener un impacto duradero”, afirmó Horton, quien, según Overholt, “tiene un gran interés en la transformación de la seguridad”.

En la planta en Corinth, se realizó una revisión cultural con actividades destinadas a aumentar la transparencia y el compromiso. Se mejoraron los informes de escalada de seguridad para que los empleados pudieran expresar sus inquietudes, frustraciones o problemas de capacidad, y se asignaron los recursos necesarios para abordar esos problemas, no solo como una solución rápida, sino también a largo plazo.

“Sabíamos que teníamos que ser tenaces para continuar con el proceso y vivir la transformación de manera genuina”, explicó Horton. “Para aumentar el compromiso de los empleados, realizamos ejercicios de reconocimiento de peligros conocidos como ‘bombardeos de seguridad’ y creamos planes de mejora táctica a partir de los datos de seguridad de los cuasiaccidentes”.

Los líderes también llevaron a cabo auditorías de cumplimiento en toda la planta, por lo que dividieron al grupo en tres equipos de auditoría para fomentar la mayor participación posible. Sin embargo, el eje principal fue su trabajo en torno a la transparencia.

“Llevamos el informe de los cuasiaccidentes a un nuevo nivel para fomentar una cultura en la que las personas se sientan cómodas cuando nos dicen que han cometido un error y quieren solucionarlo, o que no nos va a gustar lo que tienen para decirnos”, afirmó Horton. “Así sé que el cambio cultural está funcionando”. 

El motivo de conectarse a su seguridad personal

Si bien Horton y Overholt se sienten orgullosos de haber alcanzado un entorno sin lesiones hasta el momento, saben que mantener la seguridad es un proceso constante. Para ambos, el propósito de ese proceso es regresar a casa con sus familias al final de cada día y asegurarse de que todos los empleados de Kimberly-Clark puedan hacer lo mismo.

“Queremos que cada empleado se conecte con el ‘motivo’ de la seguridad. ¿Por qué la seguridad es importante para ? Una vez que lo defina para usted mismo, no hay vuelta atrás”, afirmó Overholt. “Como sabemos, estamos a una mala decisión de distancia una decisión crucial en una milésima de segundo que podría hacer que alguien no regrese a casa con su familia y debemos tenerlo presente en todo momento”.

“Nuestra cultura de cuidado nos obliga a ser diligentes en la identificación y la mitigación de los riesgos, y cada contramedida ayudará a mejorar nuestra cultura de seguridad y nuestro proceso”, agregó Horton. “¿De qué siento más orgullo? Del cuidado, que es lo más importante de todo lo que hacemos”.